Generalmente los gatos no son grandes amantes de los viajes y los desplazamientos largos, pero si los habitúas desde pequeñines éstos no tendrán problemas para hacerlo porque estarán acostumbrados y no tendrán miedo a los ruidos propios de un coche y a ese lugar “desconocido” para ellos.
De todas formas, acompañado de sus seres queridos el gato aceptará voluntariamente los viajes e incluso los paseos. Sí, amigos, podemos llegar a acostumbrar a nuestras mascotas a llevarlas de la correa. Será una “larga carrera de paciencia”, pero podemos llegar a conseguir que nuestro gato se acostumbre a la correa. Siempre habituándolos desde pequeños nos será más sencillo.
¿Qué nos hace falta para viajar con gatos? Lo primero es un transportín de viaje. Este accesorio es obligatorio, además. Pero agradecerás llevarlo, porque sin él el gato estaría moviéndose todo el camino y sería un peligro. ¿Imagina que vas en el coche con el gato y le entra miedo? Intentará refugiarse en el lugar más recóndito del auto, y eso en ruta no es nada aconsejable, claro.
Un consejo con estos transportines es cubrirlos con una ligera tela de algodón claro para “aislar” al felino del exterior y garantizarle frescura y protección.
También necesitaremos agua y comida, por supuesto. Les daremos de comer antes de viajar (una hora antes es un buen lapso de tiempo) y siempre pequeñas cantidades. Durante el viaje es muy improbable que el gato quiera beber o alimentarse porque por muy acostumbrado a viajar que esté, se sentirá ligeramente estresado por el viaje y no querrá comer.
Igualmente es aconsejable llevar un suelo absorbente en el transportín. Al igual que comentábamos con el tema de la comida, el gato estará algo estresado y es probable que tenga ganas de hacer alguna de sus necesidades. No olvidemos que los gatos son animales de costumbres y que éstos sufren cuando éstas se ven alteradas.
Y terminaremos con un consejo sobre las posibles paradas del viaje y con sacar al gato del transportín. El gato estará nervioso durante todo el viaje y sacarlo puede ser un peligro. Un ruido fuerte puede sobresaltarle y hacerle huir. Y todos sabemos que un gato asustado huyendo puede ser muy difícil de atrapar. Así que mucha prudencia y cautela.
Por qué necesitamos un transportín para gatos
El propósito principal de esta “jaula” es que tanto nuestro gato como nosotros viajemos seguros y sin estrés. Dentro de ella nuestro gato se sentirá más protegido y nosotros estaremos evitando cualquier pequeño susto. Son muy útiles para gestos tan cotidianos como acudir al veterinario.
El modelo básico de transportín es de plástico con una puerta de tela metálica en la parte delantera para que el animal pueda ver lo que pasa a su alrededor. Gracias a su asa superior podremos llevar al gato cómodamente evitando cualquier posible arañazo que pudiera darnos en caso de que el animal se panicara. Existen jaulas de diferentes tamaños, dependiendo del tamaño de su mascota.
Existen otro tipo de bolsas especiales para desplazarse con gatos, mucho más ligeras y menos voluminosas que las mencionadas anteriormente. Éstas son especialmente útiles si tenemos que viajar en transporte público, porque pueden colgarse al hombro.
¿Cómo acostumbrar al gato a su transportín?
Es posible que al principio el gato no quiera entrar por su propio pie en la jaula por sentirse encerrado dentro de ella. Lo ideal para superar ese miedo inicial es dejar el transportín a su alcance desde unos días antes a su uso.
Déjalo con la puerta abierta, que el gato pueda entrar y salir a su antojo. Si quieres incitarle a entrar puedes colocar unas gotas de Feliway o uno de sus juguetes en su interior. Así este espacio se convertirá en algo cotidiano para él y no será tan traumático la primera vez que se use.
Precauciones a tener en cuenta
• Asegúrate que el asa y las cerraduras funcionan perfectamente antes de salir a la calle para evitar sustos.
• Coloca tus datos y los del gato en el transportín. Éstos pueden ser trascendentales en caso de pérdida o sustracción.
• Antes de meter a tu mascota en el transportín coloca una toalla en el fondo del mismo para evitar olores desagradables en caso de que el gato hiciera sus necesidades debido a los nervios.
• Si el viaje va a ser largo haz que el gato coma y beba antes de salir, aunque al menos tendrá que ser una hora antes.
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