domingo, 4 de noviembre de 2012

GATO HAVANA

A principios del siglo XIX, una gata de color marrón castaño (chestnut en inglés) llamada Granny Grump llamó la atención en Inglaterra. Muchos años después, hacia 1880, se expusieron con éxito otros gatos del mismo color. Hacia 1950, tras medio siglo de olvido, el barón von Ulmann cruzó siameses chocolate point con europeos negros, con objeto de obtener un gato de color chocolate uniforme de tipo foreign. El éxito fue tan grande que muchos criadores siguieron su ejemplo. Contrariamente a la FIFe,el GCCF reconoció la nueva raza en 1958 con el nombre de Chestnut Havana o Havana Brown. En 1971 se prefirió el nombre de Havana (Habana), haciendo referencia, quizás, al color del puro habano o al del pelaje de una raza de conejos. El color lila también fue admitido por ciertas federaciones. Esta raza tiene un gran éxito en Estados Unidos desde 1960, mientras que es rara en Europa.
Recientemente, el cruce de un Habana con un Serval (gran gato salvaje de África, de patas largas y capa moteada) originó una nueva raza denominada Savannah. Se trata de un gran gato esbelto, de capa manchada y conocido por su buen carácter. El LOOF acaba de reconocer la raza.
Origen y características: Si bien su nombre puede asociarse con la capital de Cuba o con un habano, la raza de gato habana es originaria de Gran Bretaña. En realidad los primeros criadores pusieron este nombre del famoso puro a su nueva creación por su color. Sin embargo, la sospecha que la raza habana no era de origen inglés, llevó a una nueva denominación unos años más tarde: el pardo castaño. Sin embargo, recientemente se ha vuelto a usar el nombre original.
El gato de raza habana fue obtenido mediante el cruce entre siameses chocolate. Fue al principio, un siamés en el que los factores genéticos que regían la dilución de los tonos en cabeza y cuerpo, sufrían una “interferencia” y cesaban en su influencia, siendo el resultado de la cría selectiva en los años cincuenta para mantener la esbeltez del siamés, sin sus extremos de color. Posteriormente se han formado criterios diferentes aunque se penalicen siempre ejemplares de capa no uniforme y ojos ambarinos.
Cabeza: Más larga que ancha. Tipo inglés: tipo oriental, sin pinch ni stop. Tipo americano: ligeramente triangular, con stop y pinch pronunciados. Cráneo ligeramente redondeado. Carrillos colgantes admitidos en el macho adulto. Hocico largo, cuadrado. Mentón fuerte, cuadrado, firme.
La cabeza del gato de raza habana tiene forma de cuña (es más larga que ancha), con una nariz corta y angulada. El cráneo es alargado y la lámina de la cabeza debe ser del tipo siamés, si bien la configuración de la cabeza es sensiblemente diferente, con hocico seco y fino.
Ojos: Grandes, ovalados, no esféricos, situados cerca de la parte superior de la nariz.
Colores: todos los tonos e intensidades del verde. El cambio de color se admite hasta el año de edad.
Los ojos son ovalados, distantes entre sí, y de color verde penalizándose los tonos amarillos.
Orejas: Grandes, de punta redondeada, separadas. Dirigidas hacia delante, en alerta. Muy poco pelo, particularmente en la cara interna.
Las orejas del gato de raza habana son muy grandes, nacen altas con una base ancha, son erectas, están bien separadas y son de forma triangular; aunque redondeadas en la punta y rosadas por dentro.
Nariz: Debe apreciarse un moderado stop naso frontal, lo cual diferencia la raza de gato habana del tipo clásico siamés.
Cuerpo: Talla y osamenta medianas. Medio lineo (tipo americano) o longi lineo (tipo inglés). Musculatura firme.
Cuello: Es largo, cilíndrico, musculoso y se une al tronco alargado, esbelto y flexible.
Cola: De longitud media, de base no muy ancha, se afina hacia la punta.
Pelaje: El pelo es corto, denso, apretado, brillante y presenta un color uniforme marrón oscuro característico. Subpelo no muy tupido. En las capas lila se admite un pelo levemente más afelpado. Colores: Chocolate: marrón castaño, marrón avellana oscuro uniforme. Bigotes y piel de la nariz marrones, almohadillas rosas. La CFA no reconoce este color. Lila: color topo con reflejos rosas. La TICA reconoce estos dos colores. Los gatitos nacen con marcas residuales tabby, que desaparecen durante el primer año.
La raza de gato habana sólo existe en un color, pero los estándares difieren en Inglaterra y en Estados Unidos. Los británicos prefieren un aspecto más bien oriental, mientras que los norteamericanos prefieren algo más parecido al azul ruso.
Extremidades: Las extremidades son alargadas y poderosas siendo las posteriores de mayor longitud que las anteriores.
Peso: 2,5 a 4,5 kg.
Carácter: Gato vivo, juguetón, pero no agresivo. Distante con los extraños, le gusta la calma y el bienestar. Apacible, afectuoso, muy dulce, adora a su dueño. Menos “parlanchín” que el siamés, su voz es asimismo menos fuerte. Para mantener el pelaje basta con realizar un cepillado semanal.
En cuanto al comportamiento de la raza de gato habana al igual que sus antepasados siameses, sus ejemplares son listos y cariñosos. No obstante el carácter del gato de raza habana suele ser menos variable que el de sus antecesores.
El gato de raza habana es extremadamente juguetón y exige atención y afecto. En general son alegres e independientes aunque muy cariñosos con sus dueños. A pesar de su naturaleza activa, se adapta bastante bien a la vida interior.

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