El Chartreux forma parte de los que podríamos llamar gatos azules, junto al Korat, el Azul Británico y al Azul Ruso. La singularidad de su pelaje lo convierte en un ejemplar único y anhelado por méritos incuestionables. Es un felino de un tamaño considerable y su inteligencia y dulzura son proporcionales a su envergadura física. Parece ser que su nombre proviene de un tejido lanoso, que se importaba de Francia en el siglo VIII, llamado pile des chartreux. También se le conoce como gato Cartujo.
Su nombre proviene del Monasterio “La Grande Chartreuse”. La leyenda del monasterio dice que este monasterio desarrolló en la época medieval dos notables contribuciones al mundo: Una fue el licor verde; y la otra, el gato Chartreux.
Estos gatos se usaban para controlar la plaga de ratas de los monasterios y hospitales. Durante la Segunda Guerra Mundial la raza casi se extinguió, pero se recupero, cruzando persas con azul británico.
Origen.
Su origen es francés, aunque existen varias hipótesis sobre su nacimiento. Una de ellas afirma que aparece por primera vez en estado salvaje en la zona que comprende hoy en día Irak, Irán, Siria y Turquía, y que llega a Europa con los cruzados que retornan de la lucha.
Otra teoría señala que nació en Francia y fue criado por monjes cartujos, que lo utilizaban primordialmente como cazador de roedores, lo que les permitía mantener a salvo sus bibliotecas y sus despensas del ataque de los ratones. Aunque es imposible saber con exactitud cuál fue su cuna, lo que parece innegable es que es una de las razas más arcaicas de las que se tiene conocimiento.
Los gatos azules son conocidos desde el siglo XVI en Francia. El poeta francés Joachim Du Bellay citaba a su gato Belaud en uno de sus poemas, corría el año 1558. Ya en el siglo XVIII el taxonomista Carlos Linneo, en su Systema Naturae, utiliza la expresión latina “Catus Caeruleus”, es decir, “Gato Azul” y lo califica como una raza singular.
Importantes personajes han compartido parte de su vida con un Chartreux, entre ellos, el general De Gaulle, militar, escritor y político francés, al que acompañaba una de estas bellezas azules llamado Gris-Gris. También la escritora francesa Sidonie Gabrielle Colette habló de esta raza en varios de sus libros, diciendo cosas como: “Un gato es un gato… Seguramente es blanco cuando camina por la nieve, oscuro en la noche y rojo cuando va a robar fresas”.
Desgraciadamente, entre los siglos XVII y XVIII, aunque se le consideraba una raza original, su hermoso manto era utilizado por la industria peletera, llevándole al borde de la desaparición. También la Primera Guerra Mundial le coloca en una difícil situación, disminuyendo su número terriblemente.
El siglo XX descubre su belleza, y lo convierte en una mascota requerida por muchos amantes de los gatos. En la década de 1920 son las hermanas Léger, que comparten su entusiasmo por este felino, las que recogen a dos de estos gatos que vagabundeaban sin hogar y deciden apostar por una mejora de la raza y emprender el camino de la cría selectiva. A partir de ese momento, la raza vive una etapa dorada hasta que diversos criadores deciden cruzarlo con el Azul Británico, pero el resultado es desfavorable para el Chartreux, lo que llevó a prohibir dichos cruces. Actualmente el Chartreux sólo se puede cruzar con el Chartreux.
Características.
El Chartreux o Cartujo es un gato de tamaño mediano a grande (puede alcanzar los 7,5 kilos) y de aspecto musculoso, de hecho es el más grande después del Maine Coon. Los machos son más grandes que las hembras. Su pelo es corto, suave y tupido, como lanoso, con gran impermeabilidad al agua. Su cola es de extensión mediana, más amplia en la raíz y estrechándose ligeramente hasta acabar en un extremo ovalado.
Su cabeza tiene la forma de un trapecio invertido, emplazando las orejas altas, levemente separadas, proporcionándole el aspecto de estar continuamente vigilante. Tiene un hocico muy singular, con las almohadillas de los bigotes muy pronunciadas, lo que le otorga una expresión tremendamente simpática, como si sonriese. Sus ojos son grandes y expresivos, y pueden ser de color miel, amarillo-ámbar, oro, cobre o anaranjado.
Su color tan característico va del azul-gris claro, hasta el azul-pizarra. Hasta los seis o doce meses tienen el pelo atigrado, pero esta particularidad va desapareciendo hasta llegar al color azulado uniforme. Su piel también es azul, su nariz azul-gris-rosada y las almohadillas de las patas grises-rosadas.
Rasgos.
El Chartreux es un gato grande, con hombros grandes y musculosos y pecho bien desarrollado. Tiene unas grandes patas.
La cabeza es ancha y angulosa, con la nariz corta y recta con un pequeño elevamiento, el hocico angosto con expresión sonriente. Las orejas son pequeñas, medianas con implantación alta y ligeramente redondeadas.
El color cobre de los ojos es una de las principales características de este gato plácido y tranquilo.
Carácter.
Es un gato muy dócil y muy fácil de tener en casa. Se adapta bien a toda clase de situaciones. Son gatos muy suaves, ágiles y refinados. Poseen muchas cualidades como fuerza, inteligencia y amabilidad. Es un gato muy afectuoso.
Cuidados.
Con esta raza hay que tener muy presente la alimentación. Debe ser muy equilibrada y poco abundante ya que tienen tendencia a la obesidad (sobre todo los gatos esterilizados).
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