domingo, 4 de noviembre de 2012

BOSQUE DE NORUEGA


Un pequeño lince en casa. Es grande y robusto, más bien largo, patas altas, cola larga. Ojos Grandes apenas oblicuos en todos los colores, no importa el color de pelaje. El pelaje es semi-largo, impermeable al agua en el lomo, la cola es muy peluda y el pecho también, todos los colores excepto chocolate, lila y los colores del Siamés. A menudo es confundido con el Maine Coon, pero a ojos acostumbrados pueden ser diferenciados uno de otro por el collarín que posee el Bosque de Noruego que el Maine Coon no.

Ha conseguido desbancar a razas populares como el persa o el siamés de la lista de gatos domésticos más demandados, convirtiéndose así en el número uno. El Bosque de Noruega es un animal muy sano, con instinto cazador y que necesita estar acompañado por algún miembro más de su especie. Su buen carácter le convierte en un felino muy cariñoso, tranquilo y juguetón.

Tiene un origen poco claro, aunque su país de procedencia, Noruega, queda muy claro en el nombre, lo que no se sabe con seguridad es si siempre se ha considerado como una raza original o si ha derivado del cruce de otras dos, una de pelo largo, como puede ser el angora que fue llevado en barco a este país, con el Montés, habitante de sus bosques.
Alrededor de los años 30, criadores de algunos países europeos comienzan a fijarse en su belleza y los noruegos empezaron a criarlos metódicamente. En 1970, y tras el abandono sufrido desde la Segunda Guerra Mundial, esta estirpe estuvo a punto de desaparecer hasta que en 1976 fue reconocida oficialmente como raza por la F.I.F.E (Federación Internacional Felina).

Entre los años 70-90 comenzaron a expandirse, convirtiéndose en una de las especies más importantes en países como Suecia, Holanda, Dinamarca, Irlanda e Italia, hasta llegar a España. Fue en ese momento, alrededor del 93, cuando Francisco Panea, después de ver un Bosque de Noruega en una exposición, comenzó a criar esta raza con la ayuda de su mujer, Carmen Bermejo. En este momento, siendo el Presidente del Club Español del Bosque de Noruega, afirma que se trata de un gato muy popular también al otro lado del Atlántico, ya que predomina en Estados Unidos, Argentina, Brasil y México. En este momento está prohibida la adquisición de gatos de su hábitat natural, por lo que los cruces se realizan entre individuos de reconocida pureza para preservar el estándar de la raza.
Características:
Estos gatos son fuertes y sanos, aunque provienen de un entorno plenamente natural, son cariñosos y muy hogareños, adaptándose sin problemas a cualquier espacio. Su complexión fuerte y ágil hace de ellos unos felinos capaces de llegar hasta el lugar más recóndito. No sólo son capaces de trepar por lugares inclinados, sino que, con la misma facilidad, logran descenderlos. Este talento se debe a que sus patas traseras son más largas que las delanteras y en ellas hay una gran resistencia, lo que facilita su equilibrio.

Todo felino se distingue por dormir muchas horas al día, pero éstos en especial son amantes del ejercicio. Es una raza de gran tamaño, ya que un gato sano puede llegar a pesar 8 kg. La diferencia de sexo se aprecia fundamentalmente en este aspecto, ya que las hembras alcanzan el peso máximo de 5 Kg. “Para que sea un auténtico Bosque de Noruega tiene que presentar un perfil completamente recto, como una tabla, y unas facciones triangulares cuando lo mires de frente”.
Lo que les hace peculiares, aparte de su asombroso aspecto físico, similar al del lince, es que al estar acostumbrado a las bajas temperaturas, este gato presenta una doble capa de pelo que usa como protección contra el frío, siendo larga y frondosa. Además, su rabo tiene tanta longitud porque, cuando están en su hábitat natural, se cobija haciéndose una bola y cubriéndose con él.

Pero “tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de un gato y estas mascotas no suelen despreciar el calor. Si pueden estar en un sitio caliente, lo agradecerán”.
Los ejercicios son la base fundamental para conseguir un gato con una esbelta figura y bien desarrollada. “Puedes optar por combinar juegos y ejercicios. Lo que más les gusta es intentar cazar algo, como por ejemplo un plumero pequeño”.
Existen muchas variantes de esta raza felina y todas ellas se distinguen por sus colores: negros-azules, negros-azules agutíes, rojos, cremas, tortugas, silver, humus y blancos, entre otros. Elige el que más se adecue a tu personalidad y disfrutarás de un félido lleno de encanto.

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